Las Palabras Que Usas Pueden Salvar Una Vida (English)

By Kimberly Baker

25 de octubre de 2013

 En una sociedad que suele defender la tolerancia como una manera de respetar a los demás, irónicamente vemos que hay cada vez más críticas destructivas, bromas crueles y prejuicios arbitrarios que violan la dignidad de las personas. Los medios cubren crímenes, escándalos y chismes con sensacionalismo y morbosidad. La industria del cine ha obrado como un poderoso vehículo para dar forma a la opinión pública en lo relativo a la religión y la sexualidad, tergiversando o burlándose de estos temas para llamar la atención y omitiendo la reverencia que merecen. Los discursos políticos a menudo incluyen ataques personales y comentarios denigrantes. Los casos de hostigamiento cibernético y escolar han recibido más atención en los últimos años, e incluso escuchamos que algunos jóvenes se suicidan para escapar del dolor de palabras crueles.

 El Papa Francisco recientemente ha aludido varias veces al tema del chisme y cuánto hiere, poniendo de relieve la importancia de usar en vez palabras que nos unan. De una manera muy simple y directa, dice:

“Que cada uno se pregunte hoy: ¿hago crecer la unidad en familia, en la parroquia, en comunidad, o soy un hablador, una habladora? ¿Soy motivo de división, de malestar?…. Pidamos al Señor: Señor, concédenos estar cada vez más unidos, no ser jamás instrumentos de división; haz que nos comprometamos, como dice una bella oración franciscana, a llevar amor donde hay odio, a llevar perdón donde hay ofensa, a llevar unión donde hay discordia” (25 de septiembre de 2013).

Conocemos el poder que las palabras tienen para fortalecer o debilitar a los demás. Las palabras pueden socavar la autoestima de una persona o destruir su reputación. Pero el poder de las palabras también puede dar a una persona esperanza en un momento difícil, o ayudarla a ver la dignidad que posee.

Como católicos, llevamos el signo de Cristo dondequiera que vayamos y cada uno de nosotros representa su Iglesia al mundo. Ser conscientes del poder de las palabras puede convertirnos en excelentes mensajeros del Evangelio de la vida. Haremos el bien si usamos nuestras palabras para llevar sanación, fortaleza y esperanza a los demás, y si buscamos activamente soluciones a los problemas cualquiera sea la situación en que nos encontremos. Así reflejamos mejor que la Iglesia es un vehículo del amor y la misericordia de Dios en el mundo.

 Al extender una invitación al prójimo, al buscar la unión y el entendimiento, podemos ayudar a abrir el corazón y la mente de los demás al mensaje pro vida sobre la dignidad de cada persona. Cuando ponemos nuestras palabras al servicio de la caridad y la verdad, enriquecemos la vida de la Iglesia desde su interior y damos un testimonio positivo y sincero al resto del mundo. Avancemos con humilde esperanza, permitiendo que la gracia de Dios obre por intermedio nuestro en las conversaciones e interacciones cotidianas. De distintas maneras, las palabras que usas pueden salvar una vida.



Kimberly Baker es asistente ejecutiva del Secretariado de Actividades Pro Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. Para obtener más información acerca de las actividades pro-vida de los obispos, visite www.usccb.org/prolife. Conferencia de Obispos Católicos. Para más información sobre las actividades pro vida de los obispos, visite www.usccb.org/prolife.