Lecturas de Hoy

Memoria Opcional de San José Obrero

Lectionary: 559

                                 El evangelio de esta memoria es propio.

Primera lectura

Gn 1, 26–2, 3
Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales domésticos y a todo animal que se arrastra sobre la tierra”.

Y creó Dios al hombre a su imagen;
a imagen suya lo creó;
hombre y mujer los creó.

Y los bendijo Dios y les dijo: “Sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”.

Y dijo Dios: “He aquí que les entrego todas las plantas de semilla que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen fruto y semilla, para que les sirvan de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los seres que respiran, también les doy por alimento las verdes plantas”. Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno. Fue la tarde y la mañana del sexto día.

Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos, y terminada su obra, descansó Dios el séptimo día de todo cuanto había hecho. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque ese día cesó de trabajar en la creación del universo.
 

O bien:

Col 3, 14-15. 17. 23-24
Hermanos: Sobre todas las virtudes, tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión.

Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.

Todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. Todo cuanto hagan, háganlo de buena gana, para agradar al Señor y no a los hombres, sabiendo que el Señor les dará la herencia en recompensa. El amo a quien sirven es Cristo.

Salmo Responsorial

Del Salmo 89

R. (17c) Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras. 
O bien: 
R. Aleluya.
Desde antes que surgieran los montañas
y la tierra y el mundo apareciesen,
existes tú, Dios mío,
desde siempre y por siempre. R.
R. Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras. 
O bien: 
R. Aleluya.
Tú haces volver al polvo a los humanos,
diciendo a los mortales que retornen.
Mil años para ti son como un día 
que ya pasó, como una breve noche. R.
R. Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras. 
O bien: 
R. Aleluya.
Haznos captar lo breve de la vida
y seremos sensatos.
¿Hasta cuando, Señor, vas a tener
compasión de tus siervos? ¿Hasta cuando? R.
R. Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras. 
O bien: 
R. Aleluya.
Llénanos de tu amor por la mañana
y júbilo será la vida toda.
Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos, 
puedan mirar tus obras y tu gloria. R.
R. (17c) Dales, Señor, prosperidad a nuestras obras. 
O bien: 
R. Aleluya.

Aclamación antes del Evangelio

Sal 67, 20
R. Aleluya, aleluya.
Bendito sea el Señor día tras día,
que nos lleve en sus alas y nos salve.
R. Aleluya.

Evangelio

Mt 13, 54-58
En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: “¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?” Y se negaban a creer en él.

Entonces, Jesús les dijo: “Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa”. Y no hizo muchos milagros ahí por la incredulidad de ellos.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.