Lecturas de Hoy

Memoria Opcional de San Gregorio VII, Papa

Lectionary: 568

                  Común de pastores [por un Papa]

Primera lectura

Hch 20, 17-18. 28-32. 36
En aquellos días, hallándose Pablo en Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: “Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió con la sangre de su Hijo.

Yo sé que después de mi partida, se introducirán entre ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño y sé que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí. Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años, ni de día ni de noche he dejado de aconsejar, con lágrimas en los ojos, a cada uno de ustedes.

Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu”.

Dicho esto, se arrodilló para orar con todos ellos.

Salmo Responsorial

Del Salmo 109

R. (4b) Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor:
“Siéntate a mi derecha;
yo haré de tus contrarios el estrado
donde pongas los pies”.
R. Tú eres sacerdote para siempre.
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro
y tú dominarás al enemigo.
R. Tú eres sacerdote para siempre.
Es tuyo el señorío;
el día en que naciste,
en su monte santo
te consagró el Señor antes del alba.
R. Tú eres sacerdote para siempre.
Juró el Señor y no ha da retractarse:
“Tú eres sacerdote para siempre,
según el rito de Melquisedec”.
R. Tú eres sacerdote para siempre.

Aclamación antes del Evangelio

Mc 1, 17
R. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor,
y haré de ustedes pescadores de hombres.
R. Aleluya.

Evangelio

Mt 16, 13-19
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas”.

Luego les preguntó: “Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?” Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

Jesús le dijo entonces: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.