Treinta Preguntas Sobre La Instrucción "Redemptionis Sacramentum"

1. ¿Qué significa “Redemptionis Sacramentum”?

El título, "Sacramento de la Redención", se toma de las primeras palabras de la instrucción: En la Sagrada Eucaristía, la Madre Iglesia con fe firme reconoce el Sacramento de la Redención, se lo apropia gozosamente, lo celebra y lo reverencia en adoración, proclamando la muerte de Cristo Jesús y confesando su Resurrección hasta que venga en gloria a entregar, como Señor y Dueño de todo, un reino de verdad y vida a la inmensa majestad del Padre Todopoderoso.

2. ¿Qué es una instrucción?

Una instrucción es un documento de una Congregación Romana que provee orientación sobre como mejor efectuar la ley de la Iglesia. En este caso, la instrucción Redemptionis Sacramentum está dirigida a ayudar a los obispos en la puesta en marcha del Misal Romano y de los ritos que se refieren a la adoración del Santísimo
Sacramento fuera de la Misa (Ver Sagrada Comunión y culto eucarístico fuera de la Misa). La tercera edición del Misal Romano fue publicada por la autoridad del Papa Juan Pablo II en 2002 y está ahora siendo implementada por los obispos de todo el mundo.

3. ¿Por qué se publica este documento?

El 17 de abril de 2003, el Papa Juan Pablo II publicó una carta encíclica sobre la Sagrada Eucaristía, titulada Ecclesia de Eucharistia. En esa carta, el Papa llamaba a las Congregaciones Romanas a desarrollar una instrucción para explicar el nivel más profundo de las normas litúrgicas ante recientes abusos de la ley litúrgica por todo el mundo.

4. ¿Por qué son tan preocupantes los abusos de las normas litúrgicas?

En su última encíclica el Santo Padre indicaba que el Misterio de la Eucaristía es demasiado grande como para que alguien se permita tratarla según su propio capricho haciendo que su carácter sagrado y su orden universal queden obscurecidos (Ecclesia de Eucharistia, n. 52). La instrucción expande esto indicando que quien así actúa, dando rienda a sus propias inclinaciones, incluso si es sacerdote, hiere la unidad sustancial del Rito Romano, que se debe mantener firmemente y se hace responsable de acciones que en ninguna manera son coherentes con el hambre y sed del Dios vivo que siente la gente hoy. (Cfr. RS, n. 11).

5. ¿Recomienda la instrucción algo más allá del observar las leyes?

Sí. La instrucción urge a que se hagan esfuerzos para animar a la valoración de un sentido de profunda reverencia frente al misterio de la fe, que está en el núcleo de una participación interior (en la Liturgia), y se promueve mejor con la participación regular en la Liturgia de las Horas, los sacramentales y las devociones populares. La instrucción también indica que existe una necesidad apremiante de formación bíblica y litúrgica del Pueblo de Dios.

6. ¿Se dirige la instrucción únicamente a abusos litúrgicos en los Estados Unidos?

No. La instrucción se desarrolló después de una consulta con obispos y expertos de todo el mundo. Los abusos de la ley litúrgica que se discuten en la instrucción ocurren en muchas partes del mundo y quizá no estén todos presentes en las diócesis de los Estados Unidos de América. La instrucción proporciona una oportunidad para que los obispos, sacerdotes y expertos litúrgicos lleven a cabo un examen de conciencia sobre su fidelidad en la implementación de los ritos litúrgicos revisados.

7. ¿La instrucción se dirige a preocupaciones específicas?

El documento habla de una amplia gama de abusos, o violaciones de la ley litúrgica en relación a la celebración de la Misa y la adoración del Santísimo Sacramento. Se dedican secciones a temas sobre quién regula la sagrada liturgia, cómo se puede animar a la participación de los fieles laicos, el modo adecuado de celebrar la Misa, la distribución de la Sagrada Eucaristía, y la adoración del Santísimo Sacramento.

8. ¿De qué manera afecta esto al papel de los laicos en la Misa?

La instrucción no hace ningún cambio a la ley litúrgica existente. Por tanto, no hay cambios a este respecto. El documento subraya, sin embargo, el mandato del Concilio Vaticano II hace cuarenta años y la participación plena, consciente y activa de los laicos como fin a considerer antes de cualquier otra cosa en la reforma de la sagrada liturgia.

9. ¿Qué dice sobre mujeres acólitos?

La instrucción recuerda que se permiten acólitos de ambos géneros a discreción del obispo diocesano y según las provisiones de la ley litúrgica.

10. El documento dice que los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los solicitan de manera razonable, están dispuestos rectamente y no tienen prohibición legal de recibirlos. ¿Quiere esto decir que a los políticos que mantienen posiciones contrarias a la iglesia no se les puede negar la comunión si se aproximan al altar?

Tales asuntos son decididos por el Obispo diocesano conforme al Derecho Canónico y a otros documentos de la Santa Sede.

11. ¿Veré cambios específicos en mi parroquia?

Es de esperar que la instrucción sirva de ocasión para que todas las parroquias examinen cuidadosamente los modos en que pueden celebrar la Eucaristía más fielmente según los libros litúrgicos. En los lugares donde se ha concedido una atención cuidadosa a la Liturgia en el pasado, la instrucción no será tan necesaria como en otros sitios.

12. ¿Cuál es la postura aceptable para recibir la Comunión? ¿Qué pasa si alguien adopta otra postura?

La instrucción recuerda que el Misal Romano dirige a las Conferencias de obispos a determinar la postura adecuada para recibir la Sagrada Comunión. Los obispos de los Estados Unidos han decidido que la norma para recibir la Sagrada Comunión es de pie, pero a quienes se arrodillan para recibir la Sagrada Comunión no se les debe negar el Sacramento.

13. ¿Cómo se relacionan estos cambios con la renovación de la liturgia que pidió el Concilio Vaticano II? ¿Estamos retrocediendo?

La instrucción se basa estrictamente en la Constitución de la sagrada Liturgia (Sacrosanctum Concilium) y los libros litúrgicos reformados producidos como respuesta al mandato del Concilio Vaticano II. Fueron los Padres del Concilio Vaticano II quienes primeros enseñaron que la regulación de la liturgia depende exclusivamente de la autoridad de la Iglesia, esto es, de la Sede Apostólica y, según la ley determina, del obispo. (Cfr. SC, n. 22 §1). Por tanto, ninguna otra persona, ni siquiera si es sacerdote puede, por sí misma añadir, quitar, o cambiar nada en la liturgia (Cfr. SC, n.22 §3).

14. ¿Quién decide en la diócesis lo que es una práctica litúrgica adecuada?

El obispo diocesano, como moderador de la vida litúrgica de su diócesis, es responsable de la implementación de la reforma litúrgica. A menudo está asistido en esta tarea por expertos litúrgicos de una Comisión Litúrgica o una Oficina de Culto.

15. Parece ser una preocupación el no confundir roles litúrgicos. ¿Qué quiere decir esto?

La instrucción trata de implementar el n. 28 de la Constitución sobre la sagrada Liturgia. En las celebraciones litúrgicas, cada uno, ministro o laico, que tiene un oficio que cumplir, debe hacer únicamente todas las partes que pertenecen a ese oficio por naturaleza del rito y los principios de la liturgia.

16. ¿Qué papeles son accesibles a los laicos? ¿Puede cualquier laico ser ministro litúrgico?

La instrucción hace notar que es justo y saludable que los laicos, sirvan en diversos ministerios en la Misa, tales como acólitos, lectores, sacristanes, cantores, et. Como en todos los ministerios, los ministerios laicos deben ser sujetos de una preparación y catequesis cuidadosas.

17. ¿Qué hay sobre la Liturgia de la Palabra?

La instrucción nos recuerda que la proclamación de las Escrituras debe estar bien preparada y explicada y que los textos litúrgicos y los cantos se deben seleccionar cuidadosamente. Los textos litúrgicos no se deben enmendar y la Liturgia de la Palabra se debe celebrar inmediatamente antes de la Liturgia de la Eucaristía y en el mismo lugar. Las lecturas de la Escritura se deben escoger de acuerdo con las normas y nunca se deben sustituir por lecturas no bíblicas.

18. ¿Quién puede leer el Evangelio y predicar la homilía en la Misa?

La proclamación del Evangelio y la homilía están reservada a los ordenados y está prohibido que un laico predique en ningún momento de la Misa, incluso en los casos de un seminarista o asistente pastoral. Las instrucciones o testimonios de un laico, sin embargo, se pueden dar después de la Oración después de la Comunión, por una razón válida, pero la homilía nunca se debe omitir. Tales asuntos son regulados por el obispo diocesano.

19. ¿Cambia la instrucción la procesión del ofertorio?

No. El Misal Romano dice, y la instrucción reitera, que las ofrendas presentadas por los fieles son recibidas por el sacerdote o diácono y deben consistir únicamente de pan y vino y el dinero y dones para los pobres de la Iglesia. La instrucción clarifica la ley indicando que el dinero, así como otras contribuciones para los pobres, se deben colocar en un lugar adecuado lejos de la mesa eucarística (altar) (Cfr. RS, n. 70).

20. ¿Qué abusos se describen en relación a la Plegaria eucarística?

La instrucción describe como abusos el uso de Plegarias eucarísticas no autorizadas, o la división de la Plegaria eucarística entre diáconos o laicos, la inserción de aclamaciones no autorizadas, y el partir el pan durante las palabras de la consagración.

21. ¿Cambia este documento el rito de la paz?

No. La instrucción simplemente reitera lo que dice el Misal Romano diciendo que el signo de paz se debe hacer antes de la Sagrada Comunión de manera sobria por las personas presentes y quienes están cerca.

22. ¿Debe el sacerdote ir normalmente al tabernáculo antes de la distribución de la Sagrada Comunión?

No. La instrucción cita el Misal Romano recordándonos que, como los fieles deberían normalmente recibir solamente hostias consagradas en la Misa a la que asisten, el sacerdote normalmente no debe ir al tabernáculo a buscar hostias ya consagradas para usarlas en la distribución de la Sagrada Comunión.

23. ¿Deben los sacerdotes concelebrantes recibir la Sagrada Comunión bajo las dos especies?

Sí. La instrucción dice que deberían recibir la Sagrada Comunión bajo las dos especies de la Eucaristía consagrada en esa Misa.

24. ¿Qué procedimiento hay que seguir cuando se necesita más de un cáliz para la distribución de la Sagrada Comunión bajo las dos especies?

Cuando se necesita más de un cáliz para la distribución de la Sagrada Comunión bajo las dos especies, se deben colocar varis cálices más pequeños en el altar durante la preparación de las ofrendas. La instrucción prohíbe el uso de jarras u otros vasos desde los que se echa la Preciosa Sangre. Aunque el uso de jarras es práctica muy usada en los Estados Unidos, la instrucción indica que no se usen más, para reducir el posible derramamiento de la Preciosa Sangre.

25. ¿Qué ocurre con las sagradas especies después de la distribución de la Sagrada Comunión?

Se prohíbe terminantemente el echar la Preciosa Sangre por el sacrarium o a la tierra, pero la instrucción nota que lo que quede de la Preciosa Sangre después de la Sagrada Comunión debe ser consumido por el sacerdote u otros ministros, y las hostias consagradas restantes deben ser reservadas en el tabernáculo.

26. ¿A qué se debe el énfasis en el título Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión en lugar de Ministro de la Eucaristía?

El título completo de este ministerio refleja más exactamente su propósito, que es distribuir la Sagrada Comunión en ausencia de un ministro ordinario de la Sagrada Comunión. La instrucción indica que los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión nunca llevan a cabo su ministerio en presencia de un suficiente número de ministros ordinarios de la Sagrada Comunión.

27. ¿De qué distintas maneras se puede recibir la Comunión? ¿En la mano, en la lengua, por intinción?

La hostia consagrada se puede recibir en la lengua o en la mano a discreción del comunicante. La instrucción recomienda que, siempre que sea posible, se ofrezca la Preciosísima Sangre a los fieles bebiendo del cáliz o recibiendo en la lengua una hostia consagrada que ha sido mojada en la Preciosa Sangre por el ministro. Tomar la comunión por uno mismo por parte de los fieles nunca está permitido.

28. ¿Es aceptable hacer la genuflexión antes de recibir la Comunión?

El Misal Romano dice que los obispos deben escoger un signo de veneración para los fieles cuando reciben la Sagrada Comunión de pie. Aunque el signo de veneración escogido por los obispos de los Estados Unidos es una sencilla inclinación de cabeza, a nadie se le debe negar la Sagrada Comunión por haber hecho in gesto distinto.

29. ¿Qué se dice sobre la exposición del Santísimo?

La exposición del Santísimo se debería celebrar en todas las parroquias al menos anualmente y, con la orientación del obispo, incluso podría haber adoración perpetua en los lugares en que existe un número suficiente de fieles para adorar continuamente al Santísimo expuesto. Es muy recomendable que por lo menos en las ciudades y los pueblos más grandes, el obispo diocesano designe un templo para la adoración perpetua. (Cfr. RS, n. 140).

30. ¿Qué dice la instrucción sobre la primera Confesión?

La instrucción nos recuerda que la Primera Comunión siempre va precedida de primera Confesión. Se recomienda la celebración de la Primera Comunión entre el segundo y sexto domingo de Pascua, en la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, o en otro momento, pero no el Jueves Santo, excepto en casos extraordinarios.