Recen para que la dignidad de todas las personas sea respetada en nuestro país.

Reflexionen
Toda persona humana está hecha a imagen de Dios y merece ser tratada con dignidad y respeto. Esto significa que debemos respetar el derecho de cada persona a un empleo remunerado y decente, libre de discriminación o acoso injustos, y a los bienes básicos que necesita para vivir y prosperar. La Ley de Igualdad pretende proteger a las personas que sienten atracción por el mismo sexo o tienen disforia de género de la discriminación en estos y otros ámbitos. Pero el núcleo de la Ley de Igualdad es la codificación de la nueva ideología de “género” en la ley federal, y desestima la diferencia sexual y presenta falsamente el “género” como una construcción social solamente. Como ha reflexionado el Papa Francisco; “una cosa es ser comprensivo con la debilidad humana y las complejidades de la vida, y otra es aceptar ideologías que intentan separar lo que son aspectos inseparables de la realidad”. Al exigir a todos los estadounidenses que hablen y actúen como si no hubiera una distinción significativa entre los sexos y como si el género no tuviera ninguna conexión con el cuerpo, la Ley de Igualdad perjudica legal y socialmente a los estadounidenses de forma grave y perjudica el bien común.

Actúen
La Ley de Igualdad discrimina a las personas de fe y, al incluir un posible mandato a favor del aborto, amenaza la vida de los no nacidos. ¡Díganles a sus funcionarios electos que se opongan a ella! 

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