V Encuentro Memorias y Conclusiones

Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina | 95 • En dos tercios de las parroquias con ministerio hispano, al menos un movimiento tiene un grupo de oración. • En el 53% de estas parroquias hispanas, los movimientos eclesiales forman pequeñas comunidades ecle- siales, la mayoría de las veces por la Renovación Carismática Católica. • Muchos ministros hispanos reportan vocaciones al sacerdocio inspiradas por un movimiento eclesial. III. Recomendaciones principales del Encuentro Nacional • Reconocer y acoger con dignidad y amor pastoral la presencia de todos los movimientos eclesiales apro- bados en nuestras comunidades —desde la parroquia y la diócesis hasta la realidad nacional— como una bendición para el ministerio de la Iglesia, viéndolos como instrumentos de Dios para evangelizar y cons- truir puentes con la vida pastoral parroquial y diocesana. • Identificar y compartir prácticas exitosas a nivel diocesano y nacional para fortalecer la unidad. Los dife- rentes carismas de los diversos movimientos son un medio eficaz para alcanzar y llamar a aquellos que han dejado la Iglesia en diferentes segmentos de la población. Ofrecer oportunidades para mejorar la integración, colaboración y unidad pastoral (p.ej. reuniones del movimiento). • Asegurar el acompañamiento periódico de un director espiritual para cada movimiento eclesial, promo- viendo la unidad y la transparencia en los procesos y brindando apoyo en la oración, la presencia y la sabiduría en la toma de decisiones. Si es necesario, capacitar a los directores espirituales (sacerdotes, diáconos, religiosas y laicos) en el discernimiento, el acompañamiento, la generosidad y la humildad. IV. Prácticas exitosas y recomendadas • Reconocer y apoyar el tremendo trabajo realizado por los movimientos para la misión de la Iglesia, espe- cialmente en el alcance a las periferias. • Promover una colaboración estrecha entre las oficinas diocesanas de evangelización, catequesis y el minis- terio hispano con el liderazgo de los movimientos para desarrollar una pastoral de conjunto en la misión evangelizadora de la Iglesia. • Crear un consejo diocesano de movimientos eclesiales para fomentar la integración, colaboración, forma- ción, eventos y abogacía para fortalecer los movimientos eclesiales presentes en la diócesis. • Trabajar con los líderes y miembros de los movimientos eclesiales para el alimentar y apoyar las vocacio- nes sacerdotales y religiosas en sus hogares. • Establecer pautas para el acompañamiento pastoral de los movimientos eclesiales y la formación de aquellos que sirven en ellos, especialmente para la transición ordenada de coordinación, claridad en las finanzas, manejo de conflictos y prácticas de ambiente seguro para los niños. • Promover que los movimientos tomen la iniciativa de alcanzar a sus familiares y amigos mediante la evan- gelización en la vida cotidiana. Esto comienza al llevar una vida sacramental abundante y una participación plena en la vida y misión de la comunidad parroquial. • Brindar capacitación a los movimientos a través de: programas parroquiales de formación; cursos de capa- citación para pequeñas comunidades eclesiales o dentro del propio movimiento; y formación impartida por la diócesis. • Ayudar a los movimientos a identificar formas para mejorar la comunicación y promover las actividades de sus grupos. • Inculcar en losmovimientos una comprensión de sí mismos como constructores de la comunidad parroquial. • Creer y confiar en los laicos para hacer la obra de Dios. • Promover en las diócesis la creación de centros pastorales para movimientos eclesiales en los que puedan colaborar, servir y evangelizar para mantener viva la fe como verdaderos discípulos evangelizadores. Sesiones por Área Ministerial

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