V Encuentro Memorias y Conclusiones

104 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina IV. Prácticas exitosas y recomendadas • Programas pastorales dirigidos a las familias en cada etapa del ciclo de la vida familiar. • Talleres sobre comunicación y capacidades para establecer y mantener relaciones saludables, especial- mente en la relación matrimonial y entre padres e hijos. • Apoyo para madres solteras y padres separados, ya sea por divorcio, deportación, detención u otros traumas familiares. • Asistencia legal, laboral, educativa y comunitaria —así como acompañamiento espiritual y pastoral— para las familias inmigrantes que luchan por mantener a sus familias aquí y en su país de origen. • En la preparación y el enriquecimiento matrimonial, proporcionar acompañamiento para parejas con una invitación intencional a un encuentro con Jesús y su Iglesia. • Durante la preparación sacramental de los niños, ofrecer formación continua en la fe para que los padres de familia se responsabilicen como principales educadores de sus hijos. • Enviar recordatorios frecuentes o incluso proporcionar talleres sobre la importancia de las cenas familiares y la oración en familia. • Crear oportunidades para que las parejas casadas y las familias intergeneracionales se encuentren con Jesucristo juntos. • Celebrar las devociones (fiestas marianas, patronales, etc.) que conectan a las familias con su país de origen. • Prestar atención a las necesidades lingüísticas: proporcionar acceso a la liturgia y la formación en español para quienes lo deseen y crear oportunidades para la formación en la fe en inglés o en entornos bilingües. • Hacer de la parroquia una puerta a la sanación en todas sus dimensiones: física, espiritual, psicológica y moral. • Crear grupos de apoyo y responsabilidad para los hombres, para ayudarlos a cumplir con su papel en la familia y la comunidad. • Identificar e implementar formas de fortalecer la alianza entre la iglesia parroquial y la iglesia doméstica para formar discípulos misioneros de Jesucristo. • Fomentar un espíritu misionero en las familias a través de una formación integral y atenta a: » » Procesos de formación: kerigma, conversión, discipulado, comunión y misión. » » Dimensiones de la formación: humana, espiritual, intelectual y pastoral. • Responder a las heridas y tentaciones contemporáneas que obstaculizan el diseño de Dios para el pro- greso humano y socavan la vida familiar, tales como: anticoncepción, pornografía, promiscuidad sexual, uniones libres, abuso de sustancias, violencia doméstica, abuso sexual, etc. • Proporcionar servicios y abogacía para responder a las realidades que afectan el bienestar familiar, tales como la pobreza, la inmigración y el acceso a trabajos con salarios dignos para una familia. • Integrar a las parejas casadas y a las familias plenamente en la comunidad de creyentes, ofreciéndoles múltiples maneras de conectarse y participar en la vida y la misión de la parroquia. • Las parejas y familias que demuestran una vida de fe sólida en sus hogares pueden servir a sus hermanos y hermanas al ofrecerles apoyo, fraternidad y acompañamiento, comenzando con un enfoque en rezar juntos. • Preparación y mentoría matrimonial: ofrecer preparación humana, intelectual, espiritual y moral —un tipo de “catecumenado” para la vida matrimonial que se extiende hasta el primer año después de la boda—. Las parejas mentores pueden dar testimonio de la verdad y la belleza del amor en una relación. Sesiones por Área Ministerial

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