V Encuentro Memorias y Conclusiones

142 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina • Implementar protocolos para capacitar a los adolescentes latinos/hispanos a invitar a sus compañeros (cató- licos o no) como el primer paso de la evangelización, y asegurarse de que todos se sientan bienvenidos, sin importar su situación en la vida. • Organizar retiros como momentos fuertes de evangelización que fomenten un encuentro personal con Cristo en la Iglesia y sirvan como instrumento de conversión al tiempo que fortalezcan la fe y la espirituali- dad para formar discípulos misioneros. • Capacitar a jóvenes adultos hispanos entre 18 y 25 años para servir como líderes y maestros que vean su idioma y cultura como un regalo de Dios. • Involucrar a jóvenes adultos y líderes adolescentes en la planificación e implementación de retiros y otros eventos o sesiones, con la capacitación y supervisión adecuadas de líderes adultos. • Formar y multiplicar grupos pequeños como seguimiento a los encuentros evangelizadores, preferiblemente guiados por adultos hispanos que sirvan comomentores y ayuden a los participantes a crecer en el discipulado. • Proporcionar capacitación integral al personal y líderes voluntarios de la pastoral con adolescentes, con respecto a las particulares necesidades, principios y herramientas para mejor formar la fe de los adoles- centes latinos/hispanos. • A través del contenido y la programación de la pastoral con adolescentes, apoyar la búsqueda de identidad personal, cultural y religiosa, así como la integración tanto en la comunidad eclesial como en la sociedad. • Basado en su creciente sentido de identidad, guiar a los adolescentes a través de un discernimiento voca- cional como respuesta al llamado de Dios en sus vidas. • Involucrar a los adolescentes y sus familias en conversaciones sobre valores y prácticas espirituales, enrai- zados en el Evangelio. • Ayudar a los adolescentes latinos a descubrir sus talentos y dones para que vean que son un recurso para la comunidad y la Iglesia. Muchos de ellos han desarrollado capacidades interculturales; darles oportunidades para ser un puente entre culturas. • Crear espacios y horarios para la pastoral con adolescentes que respondan y se adapten a la realidad com- pleja de la juventud. • Multiplicar formas creativas de involucrar a los adolescentes en la parroquia: a través del arte, la tecnología, el deporte, etc. • Involucrar a los adolescentes en diversos ministerios eclesiales que sirvan a la comunidad en general para ayudarlos a desarrollar un sentido de pertenencia a la comunidad eclesial. • Ofrecer experiencias significativas e intencionales de servicio voluntario, con oportunidades para ejercitar la creatividad y la iniciativa, no solo tareas mecánicas. • Proporcionar catequesis sistemática, intencional y sólida que responda a la realidad vivida de los adolescen- tes locales. La meta es ayudarlos a desarrollarse como discípulos de Cristo, a conocer, amar y vivir profun- damente sus enseñanzas y su ejemplo. • Integrar a las familias en la pastoral para y con adolescentes latinos: las parroquias con ministerios juveniles vibrantes colaboran con las familias y apoyan a los padres de familia en su compartir la fe con sus hijos, orar juntos, servir juntos, sanar heridas pasadas y construir sueños sobre la base sólida de sabiduría que viene de la experiencia, sin juicio ni manipulación. • Proporcionar formación y acompañamiento pastoral a los padres de familia hispanos, especialmente a los inmigrantes que a menudo no tienen una brújula para orientar a sus hijos en una cultura y sociedad extranjeras. • Dar la bienvenida a los movimientos eclesiales al servicio de la juventud. Son eficaces para crear un entorno en el que los jóvenes, especialmente los de las periferias, puedan sentirse seguros y fortalecer su fe. Sesiones por Área Ministerial

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