V Encuentro Memorias y Conclusiones

162 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina discerniendo en nuestras iglesias locales: hay mucho más por descubrir. Así es como regresare- mos y compartiremos el fuego del encuentro con Jesús que está ardiendo nuestros corazones. ¡Incendiemos al mundo con el fuego del Espíritu Santo! ¡Somos Guadalupanos, embajadores de la misión que la Virgen confió a san Juan Diego! “Hoy Jesús nos envía de regreso a misionar. No nos promete que todo va a ser color de rosa...Eso sí—¡qué no nos roben nuestra esperanza, la alegría, el celo apostólico, lo que ha surgido desde el corazón en estos días! ¡Qué nada ni nadie nos los roben!” “Hermanos, es cierto que ustedes necesitan acompañamiento. Y les podemos decir, nosotros sus obispos, ya nos hemos sentido acompañados por ustedes estos días. ¡Gracias!” Homilía en la Misa de clausura – Rvdmo. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles En la Misa de clausura, el Arzobispo Gómez nos recordó que el Encuentro se trata de nues- tra identidad y responsabilidad misionera como católicos latinos en el contexto de Estados Unidos. Nuestra responsabilidad es ayudar a construir el reino de Dios, colaborar como discípu- los y tomar parte en la historia de la salvación. Estamos conectados con la misión que la Virgen de Guadalupe le encomendó a san Juan Diego desde el comienzo de la conquista española del Nuevo Mundo. Continuamos esa misión a través de nuestros ministerios no solo en Estados Unidos, sino también en todo el continente. Somos llamados a guiar por medio de nuestra santidad, como siervos, siguiendo el ejemplo de Jesucristo; no buscamos el poder, el reconocimiento, o una posición más alta en la Iglesia. Siguiendo el ejemplo del Arzobispo Romero, quien pronto será canonizado, necesitamos iden- tificar dónde está nuestro lugar en la historia y qué es lo que Dios nos está pidiendo que haga- mos cada uno durante estos tiempos de conflicto y tribulación en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad. El Arzobispo Gómez nos pidió ser héroes y sanadores en los momentos en que real- mente se necesita. “En el espíritu de san Juan Diego, creo que nuestro Señor los está llamando, a cada uno de ustedes, a ‘ir con los obispos’. Él llama a los fieles laicos a trabajar junto con los obispos para renovar y reconstruir su Iglesia”. “Nuestro Señor está llamándolos a cada uno de ustedes a que escuchen su voz y a que busquen la voluntad de él para sus vidas; a que tomen su lugar en la historia de la salvación y a que desempeñen la parte que les corresponde en la misión de su Iglesia”. Festejar

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