V Encuentro Memorias y Conclusiones

Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina | 163 Los lectores atentos ya habrán notado que la inspiración para el proceso del V Encuentro y para la implementación de sus conclusiones proviene principalmente del primer capítulode la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, Evangelii gaudium . Sin embargo, en el capí- tulo sobre la dimensión social de la evangeli- zación, el Santo Padre presenta un concepto con el potencial de servir como remedio para muchas de las dinámicas sociales en el mundo contemporáneo que actualmente impiden el progreso del Evangelio: habla de “desarrollar una cultura del encuentro en una pluriforme armonía”. ( EG 220) Una cultura del encuentro reconoce la humanidad en todos y en cada uno A lo largo de la Exhortación Apostólica, la palabra “encuentro” aparece docenas de veces. Lo notable es que esas referencias se dividen casi por igual entre el encuentro con Dios —especialmente en la persona de Dios el Hijo, nuestro Señor Jesucristo— y el encuentro en solidaridad con quienes nos rodean. A la luz de la fe, un encuentro ver- dadero y respetuoso con personas pobres, sufrientes, marginadas o vulnerables (ver EG 187-192 y 197-216) se hace posible porque en el encuentro con Cristo resucitado, hemos reconocido nuestra propia pobreza, nuestra propia pecaminosidad y, sin embargo, tam- bién nuestra propia dicha por haber sido elegidos y amados infinitamente por el Dios Todopoderoso y Eterno. El encuentro con el Señor lo cambia todo, con implicaciones muy prácticas de cómo vivimos y actuamos en el mundo como testigos del amor de Dios. Estos temas se resumen en el siguiente pasaje: “La Iglesia hizo una opción por los pobres entendida como una «forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cris- tiana, de la cual da testimonio toda la tra- dición de la Iglesia». Esta opción —ense- ñaba Benedicto XVI— «está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enrique- cernos con su pobreza». Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei , en sus pro- pios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos”. ( EG 198) El Santo Padre continúa explicando que “la evangelización también implica un camino del diálogo” ( EG 238). En su Encíclica “Sobre el cuidado de la casa común” ( Laudato si’ ), amplía esta comprensión cuando dice que el diálogo y el encuentro entre personas no conduce a la verdadera sabiduría simple- mente por la acumulación de datos, sino a través de relaciones reales con los demás. ( LS 47) De hecho, la estratificación y polarización de nuestro mundo actual es el resultado de la falta de un verdadero encuentro, lo que lleva a una conciencia cauterizada que ignora par- tes de la realidad. ( LS 49) El V Encuentro como un paso en el desa- rrollo de una cultura del encuentro En el V Encuentro, la Iglesia ha enviado discípulos misioneros a las periferias para Punto de partida... Hacia una cultura del encuentro

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