V Encuentro Memorias y Conclusiones

164 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina “descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos” ( EG 198). El Papa Francisco ha pedido que este “arte de escuchar” se renueve e integre pro- fundamente en las prácticas pastorales de la Iglesia ( EG 171), y el proceso del V Encuentro nos ha puesto admirablemente en ese camino. Aun así, el arduo trabajo de forjar y mantener relaciones de acompañamiento con todos los que se han encontrado en las periferias sigue siendo un desafío vivificante. De hecho, es el corazón de la misión de la Iglesia. En palabras del Papa san Pablo VI, “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar”. ( Evangelii nuntiandi, 14) Al integrar el espíritu, las metodologías y las prácticas del V Encuentro en sus procesos pastorales a todos los niveles, la Iglesia se ha adelantado en la creación de una cultura ins- titucional del encuentro que se infiltre en sus actividades y sea un testimonio contracultural al mundo. Este es el primer paso necesario para construir la “cultura del encuentro en una pluriforme armonía” en el mundo que el Papa evoca en su exhortación. Los discí- pulos misioneros no pueden traer la cultura del encuentro al mundo si no la han vivido, si no la han saboreado, si no han sido desa- fiados por ella, y luego han superado esos desafíos, primero entre sus hermanas y her- manos en la asamblea del Pueblo de Dios. Sin embargo, no es suficiente encarnar esta cultura del encuentro en la Iglesia, sino que debe manifestarse también en el hogar, en el lugar de trabajo, en el mercado y en todos los aspectos de nuestra vida social y política a nivel local, regional y nacional, así como en relaciones internacionales entre naciones y pueblos. En la historia del ministerio hispano/latino en Estados Unidos, el V Encuentro representa un hito importante, y los primeros indicios sugieren que también puede ser un punto de inflexión en nuestra historia eclesial. Estos cua- tro años de acción misionera, consulta, desa- rrollo de liderazgo, discernimiento y respuesta pastoral han sido un testimonio potente de la capacidad para el liderazgo pastoral que vive en la comunidad hispana en la Iglesia católica de Estados Unidos. Por ejemplo: • El V Encuentro fue una iniciativa masiva que ha logrado un gran éxito con res- pecto a su meta general y ha logrado un progreso significativo en sus cinco objeti- vos a largo plazo (ver p. 13) • La responsabilidad principal de su orga- nización e implementación estuvo princi- palmente en manos de latinos (obispos, otros clérigos, religiosos y ministros laicos) que eran hábiles en involucrar y colaborar con líderes eclesiales de otras culturas • Estas Memorias y conclusiones demues- tran la capacidad de los hispanos para trazar un curso para el ministerio his- pano/latino que también puede servir de modelo para la Iglesia en general • Mirando hacia el futuro, los líderes hispa- nos/latinos expresaron la seguridad de estar listos y dispuestos a asumir el reto de crear ministerios nuevos y renovados para responder a las necesidades de sus propias comunidades, a la vez que apo- yan movimientos, parroquias, escuelas católicas, diócesis y otras organizaciones Punto de partida

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