V Encuentro Memorias y Conclusiones

232 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina un conteo oficial de MELs hispanos/latinos. Debido a la variedad de estándares de una diócesis a la siguiente para quiénes se reco- nocen como MELs, se establecieron los crite- rios siguientes: una formación pastoral/teoló- gica adecuada a su función; autorización para ejercer el liderazgo pastoral sobre un minis- terio en particular; y un mínimo de 20 horas por semana dedicadas a ese rol. Ver también Ministerio laico. Ministros pastorales: Los miembros ordena- dos de la jerarquía, religiosos o religiosas y laicos que sirven en diversos sectores y minis- terios de la Iglesia. Misión: La Iglesia nació “principalmente del don total de Cristo por nuestra salvación, antici- pado en la institución de la Eucaristía y realizado en la cruz”. ( Catecismo de la Iglesia Católica, 766) Como Cuerpo de Cristo en la tierra, la Iglesia hace suya la misión de Jesucristo. Se realiza por la proclamación de la Buena Nueva a todos, dándoles acceso a la gracia santi- ficadora por los sacramentos. Ver también Misi ón social. Misión social: La misión social de la Iglesia abarca todas las acciones que se derivan de la doctrina social de la Iglesia. La misión de la Iglesia es la evangelización ( Evangelii nun- tiandi, 14), que no está completa sin tener en cuenta la interacción entre el Evangelio y la vida de la humanidad, tanto personal como social. La Iglesia tiene el deber de procla- mar la paz, la justicia y el desarrollo, y ayu- dar a que cobren vida en todos los contex- tos sociales. ( EN 29-30) Ver también Doctrina social de la Iglesia. 67 Diócesis de St. Catharines [Canadá], Oficina de Evangelización, Asociaciones de laicos y movimientos eclesiales, 9. Mística: Las motivaciones, valores profundos, tradiciones, oración, música, arte y metodo- logías que dan vida a un proceso del pueblo, crean experiencias de fe y generan una espi- ritualidad que incentiva la fe y el ministerio. Movimientos eclesiales: Desde la Iglesia primitiva, el Espíritu Santo ha llamado a los cristianos a participar en las comunidades de acuerdo con su vocación particular — como laicos, consagrados o sacerdotes— uni- dos por un carisma y una misión dentro de la comunión de la Iglesia. Este don del Espíritu Santo enriquece a la comunidad eclesial, pro- picia nuevas formas de vivir el Evangelio y une a los fieles más estrechamente a Cristo. 67 Opción preferencial por los pobres: Dios ha otorgado a los pobres su primera misericor- dia y esta preferencia divina tiene consecuen- cias para la vida de fe de todos los cristianos. Así, la Iglesia también hace una opción pre- ferencial por los pobres, que está implícita en nuestra fe cristológica en un Dios que se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza. Implica brindar asistencia para responder a sus necesidades físicas como una forma de caridad, trabajar para resolver las causas estructurales de la pobreza y la des- igualdad, y especialmente, prestar atención a su cuidado espiritual. ( Evangelii gaudium, 198-202). Participación: En América Latina después del Concilio Vaticano II, la palabra “participación” se utilizó ampliamente en los documentos pastorales, frecuentemente en combinación con “comunión”, para expresar la manera en que los fieles se involucran en las estructuras Glosario

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