V Encuentro Memorias y Conclusiones

32 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina SALUDO DE SU SANTIDAD, EL PAPA FRANCISCO Queridos hermanos obispos y delgados al V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina, Me alegra tener la oportunidad de hablarles en esta ocasión. Es un hecho histórico para la Iglesia en Estados Unidos. A través de este V Encuentro, ustedes buscan crear una cultura del encuentro, que suscite esperanza. Encontrarse... diversas culturas, diversos modos de vivir, de pensar, de sentir se encuentran y se camina en esperanza. Se han propuesto a lograr una manera distinta de ser y de relacionarse, que aliente a cada persona y a cada grupo, a compartir la riqueza de sus tradiciones, la riqueza de sus experiencias, a derribar muros, a construir puentes. Veo que el V Encuentro es una manera concreta de la Iglesia en Estados Unidos de responder al desafío de salir de cualquier tipo de comodidad, de instalación, y convertirse en fermentos de comunión con todos los que buscan un futuro de esperanza, especialmente con los jóvenes y con las familias que viven en las periferias de la sociedad. También me da gusto ver que el V Encuentro, en continuidad con los encuentros anteriores, reconoce y valora los dones específicos que los católicos hispanos ofrecen hoy y seguirán ofreciendo en el futuro a la Iglesia en su país. Esta experiencia de Encuentro va mucho más allá todavía, es parte de un proceso mucho más grande de renovación, de impulso misionero al que están llamadas todas la Iglesias locales, las iglesias particulares, con la rica diversidad humana y cultural. Y ésta fue siempre la experiencia en varias diócesis de su país donde el proceso del Encuentro ha incluido a todos los fieles. Sé que el proceso de este V Encuentro confortó a muchos inmigrantes que viven en situaciones de temor y de incertidumbre. El V Encuentro les ha brindado un mayor sentido de comunidad, amis- tad, apoyo. También ha sido un instrumento de gracia que condujo a la conversión del corazón de muchas personas, y sobre todo a la conversión pastoral de situaciones, y a la conversión pastoral de las iglesias particulares, de las parroquias, de los colegios, de cualquier tipo de encuentro eclesial. La conversión pastoral a través del Encuentro, por supuesto en la adoración de Jesucristo. Espero que este V Encuentro siga dando frutos y que la Iglesia en todos sus ámbitos siga acompa- ñando este proceso con la propia reflexión, con el propio discernimiento pastoral después que se realice el Encuentro Nacional. O sea, que siga la Iglesia, las iglesias particulares acompañando a todo este proceso. De manera particular les pido que consideren de qué manera sus iglesias parti- culares puedan responder mejor a la creciente presencia, a los dones, y la potencial de la juventud, y de las familias hispanas y de otras culturas. Soy consciente del aporte que la comunidad hispana ofrece a la vida de la nación y rezo para que el V Encuentro siga contribuyendo a la renovación de la sociedad y al apostolado de la Iglesia en Estados Unidos de América. Con mucha gratitud a todos los que participaron en la preparación del V Encuentro, en el V Encuentro, y a los que participarán en el proceso ulterior, les aseguro me cercanía personal y mis oraciones por esta importante iniciativa de la Conferencia Episcopal. Los encomiendo a nuestra madre de Guadalupe. Le pido que los mire. Déjense mirar por ella. Y le pido al Señor que los bendiga, a todos y a cada uno de ustedes. Y a ustedes les pido que no se olviden de rezar por mí. ¡Adelante! Primerear

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