V Encuentro Memorias y Conclusiones

Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina | 49 “Este Encuentro es un momento de gracia en el que podemos invocar al Espíritu Santo y preguntar: ¿Cuáles son las puertas que Dios está abriendo para la Iglesia hoy? Si el Espíritu Santo nos ayuda a descubrir la puerta, podemos contar con lo que necesitamos para entrar”. “Podemos estar seguros de esto: no encontraremos nuestro “dónde” —el ámbito de la misión— dentro de los muros y estructuras de nuestras iglesias parroquiales, movimientos y asociaciones”. Homilía en la Misa del mediodía – Rvdmo. Gerald Barnes, Obispo de San Bernardino El Obispo Barnes comenzó su homilía al reconocer que todos estamos mezclados, somos una raza mestiza. Esta combinación es una orgullosa herencia de unidad, ya que proporciona una identidad, historia, lenguaje común, tradiciones y un enorme amor y fe en la Iglesia. La historia de los Encuentros ha sido una historia de alegría y esperanza, pero no sin su lucha, incerti- dumbre y discriminación. Por lo tanto, la misión del Encuentro solo se puede aprender siendo misioneros: escuchar otras voces en el camino, las voces de aquellos a los que no se suele oír. Las palabras de san Pablo nos recuerdan ser pacientes, humildes y amables, a llevarnos unos a otros con amor, unidos en el Espíritu. En medio de todas las divisiones que vemos en el mundo que nos rodea, las voces proféticas que hemos escuchado en esta jornada del V Encuentro resuenan en nuestros corazones. Los jóvenes se han mostrado especialmente entusiastas al compartir sus preocupaciones y su visión sobre el futuro de la pastoral juvenil. También se des- tacaron las necesidades de las familias, con grupos que abordan apasionadamente la educa- ción superior, el ministerio de migrantes y la justicia restaurativa. Con esto en mente, la comuni- dad hispana de Estados Unidos está llamada a ser un instrumento de unidad y un promotor de la comunión. Esta Fiesta de san Mateo nos impulsa a responder al llamado de Jesús que está presente en nuestras familias, en las calles, en los campos y en nuestros lugares de trabajo. La invitación de Jesús durante el V Encuentro es a recuperar la vocación de ser discípulos misio- neros, un llamado al cambio y a la transformación. “Estamos aquí, continuando el camino de tantos laicos comprometidos, religiosos, sacerdotes y obispos que abrieron nuevos caminos para el ministerio hispano en Estados Unidos”. “Jesús predica esta misión con acciones que llevan un mensaje profundo. El sentarse con los excluidos es proclamar el Evangelio en ese mismo momento”. Involucrarse

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