V Encuentro Memorias y Conclusiones

54 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina Ningún líder carismático, ni años de educa- ción y formación pastoral, darán frutos para atender las necesidades de la comunidad si no existen espacios para poner esos dones en práctica. Esto significa que los líderes pas- torales actuales en la Iglesia —ya sean hispa- nos/latinos o no— deben aprender a ser bue- nos administradores de los dones presentes en la comunidad hispana/latina. Están llama- dos a reconocer, facilitar y promover los dones de liderazgo a todo nivel, con una atención especial a los dones emergentes de los jóve- nes. El proceso del V Encuentro es un ejem- plo vivo de cómo hacer esto (ver el Apéndice B en la página 175). Reconoceremos que esta meta se está cumpliendo cuando los hispa- nos/latinos en la comunidad no solo sienten que pertenecen, sino que se sienten dueños y responsables de la Iglesia, sus ministerios y su misión, con plena libertad para promover una pastoral hispana estable. Ejercer los dones y vencer las tensiones en la comunidad. Los delegados estaban muy conscientes del potencial de los dones en la comunidad hispana/latina para ser una pre- sencia transformadora en la Iglesia. Por ejem- plo, su espíritu de alegría y celebración crea un sentido de bienvenida y unidad familiar en la comunidad, y hay un gran deseo de com- partir la belleza de las tradiciones, las devo- ciones y las celebraciones comunitarias. Estos dones tienen el potencial de integrar a todas las personas de la parroquia en una familia de fe, independientemente de su idioma o antecedentes culturales. Al mismo tiempo, hay factores en la mayoría de las parroquias y organizaciones que pue- den poner obstáculos a la unidad cristiana en la comunidad. Las diferencias de generación, idioma, raza/etnicidad, edad, preferencias litúrgicas y estéticas, ideología política e incluso perspectivas teológicas, pueden crear tensiones en los lazos de caridad que nos mantienen unidos como comunidad de fe. En la comunidad hispana/latina hay muchos líderes bilingües y biculturales que son exper- tos en manejar las expectativas diversas de diferentes grupos culturales y cosmovisiones. Esa gente puente ya está en camino de con- vertirse en líderes efectivos para una Iglesia intercultural y convendría que los líderes pas- torales fortalecieran y desarrollaran sus capaci- dades para unir a personas de diferentes pers- pectivas y experiencias. Promover y acompañar a los líderes jóve- nes. Hablando por sí mismos, los delegados jóvenes en las sesiones regionales pidieron que se les permita participar y tener oportuni- dades para la formación pastoral y espiritual. Lamentablemente, afirmaron que a veces se sienten excluidos. Los delegados en general reconocieron que los jóvenes hispanos/lati- nos no solo son el futuro de la Iglesia en EUA, sino también su presente. Su liderazgo debe fomentarse al usar los talentos que traen a la Iglesia primero en el ministerio a sus compa- ñeros, y luego en todos los demás aspectos de la vida comunitaria. De algunas maneras, están mucho más listos para asumir el lide- razgo que los adultos mayores, como en el uso de la tecnología y las redes sociales. Sería bueno que los líderes pastorales los invitaran a preparar el camino, y luego se hicieran a un lado mientras ponen en práctica su experien- cia para el bien común y la misión evangeliza- dora de la Iglesia. Existe una gran necesidad en la pastoral cató- lica con adolescentes de líderes adultos que Sesión Regional 1

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