V Encuentro Memorias y Conclusiones

76 | Memorias y conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina para la planificación pastoral integral y siste- mática para el ministerio hispano/latino, con un enfoque fuerte en la evangelización y la formación de discípulos misioneros. La mayo- ría sintió que la prioridad debería estar en desarrollar planes a nivel diocesano, mediante una colaboración estrecha entre el clero, los líderes laicos en las parroquias y los líderes de los movimientos eclesiales, para evaluar las necesidades y desarrollar pautas adecuadas y respuestas prácticas. Esto tendría el beneficio adicional de unir a los distintos movimientos en armonía pastoral —una verdadera pastoral de conjunto— para hacer avanzar la misma visión eclesial. Estos planes a nivel diocesano se implementarían en las parroquias y movimien- tos, y luego se compartirían las estrategias en las regiones antes de adelantar el desarrollo de un plan pastoral renovado para la pastoral hispana/latina a nivel nacional. La recomendación de fortalecer el discipu- lado misionero como una continuación del proceso del V Encuentro también surgió como consenso general. Esto requerirá una forma- ción continua para todos, de manera que los líderes laicos puedan fortalecer los ministe- rios en los que sirven con los principios de la pastoral hispana/latina y para que puedan motivar y guiar a los demás fieles a responder al llamado de ser discípulos misioneros. Ellos ven ahí un gran potencial para transformar la vida de la Iglesia al hacer el ministerio pasto- ral “en clave de misión” como lo solicitó el Papa Francisco ( EG 33). Una limitación importante reconocida por los delegados es que el liderazgo de la Iglesia a todos los niveles se beneficiaría de una mayor comprensión de las necesidades y situaciones, oportunidades y retos a que se enfrenta la comunidad hispana/latina en su vida diaria, así como las prácticas que sirven para mejorar esas realidades. Por esta razón, recomendaron enfáticamente un esfuerzo renovado para proporcionar formación a los sacerdotes, diáconos, seminaristas y religio- sos o religiosas consagrados para ayudarlos a comprender estas realidades, al igual que el contexto cultural, y para fortalecer su capa- cidad de responder tanto en inglés como en español. Los delegados también pidieron que los líde- res laicos adquieran las competencias pas- torales y teológicas necesarias para ser más eficaces, por lo que recomendaron el desa- rrollo de un proceso de certificación en cada diócesis para ministros laicos que sirven en la pastoral hispana/latina, o tal vez en cola- boración con las diócesis vecinas, si no es factible para algunas solas. Otro personal en las oficinas también se beneficiaría de clases para fortalecer sus capacidades lingüísticas y culturales. Cuando dichos puestos estén dis- ponibles, se debe priorizar la contratación de personas que ya tienen esas capacidades. Más allá de estos temas comunes, hubo una serie de sugerencias prácticas para fortale- cer la misión evangelizadora de la Iglesia que solo fueron resaltadas por uno o dos grupos de mesa. Entre ellos se encuentran: ofrecer formación sobre el uso de las redes sociales para mejorar la comunicación para la evangelización; poner énfasis en la evan- gelización durante la celebración de las fies- tas parroquiales, así como en todo proceso catequético; responder a necesidades en la comunidad, como la recuperación de adic- ciones, la comunicación en el matrimonio y la vida familiar, y las visitas a los enfermos o Recomendaciones

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