Obispos Presidentes de Comités de la USCCB Condenan el Racismo y la Xenofobia en el Contexto de la Pandemia del Coronavirus

Al tiempo que hay más miedo y ansiedad debido a la pandemia originada por el virus COVID-19, también se han incrementado los reportes de incidentes de racismo y xenofobia contra estadounidenses de origen en las Islas de Asia y el Pacífico. El Arzobispo Nelson J. Pérez de Filadelfia y presidente del Comité de Diversidad Cultural en la Iglesia de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), el Obispo Oscar A. Solis de Salt Lake City y presidente del Subcomité de Asuntos de las Islas de Asia y el Pacífico, y el Obispo Shelton Fabre, de Houma-Thibodaux y presidente del Comité Ad Hoc Contra el Racismo, emitieron una declaración expresando su profunda preocupación.

WASHINGTON— Al tiempo que hay más miedo y ansiedad debido a la pandemia originada por el virus COVID-19, también se han incrementado los reportes de incidentes de racismo y xenofobia contra estadounidenses de origen en las Islas de Asia y el Pacífico. El Arzobispo Nelson J. Pérez de Filadelfia y presidente del Comité de Diversidad Cultural en la Iglesia de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), el Obispo Oscar A. Solis de Salt Lake City y presidente del Subcomité de Asuntos de las Islas de Asia y el Pacífico, y el Obispo Shelton Fabre, de Houma-Thibodaux y presidente del Comité Ad Hoc Contra el Racismo, emitieron una declaración expresando su profunda preocupación.

“La pandemia resultante del nuevo coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo, impactando nuestro comportamiento diario, prácticas, percepciones y la forma en que interactuamos entre nosotros. Si bien hemos sido alentados por los innumerables actos de caridad y valentía que han sido realizados por muchos, también nos hemos alarmados ante el aumento de los incidentes reportados de acoso y ataques verbales y físicos, particularmente contra los estadounidenses de ascendencia de las Islas de Asia y el Pacífico.

Mientras que un alto porcentaje de los asiático-americanos trabajan en el sector de la salud, arriesgando su propia salud para salvar vidas, algunos han experimentado el rechazo y solicitudes de personas que han pedido de ser tratadas 'por otra persona'. Mucho antes de que las ordenanzas estatales y locales detuvieran casi todos los sectores económicos en Estados Unidos, las comunidades de todo el país, desde Oakland en California hasta Nueva York, informaron una fuerte disminución en el patrocinio de las empresas propiedad y operadas por asiático-americanos. Estos son solo algunos ejemplos dolorosos del continuo hostigamiento y discriminación racial que sufren las personas de las Islas de Asia y el Pacífico y otros en nuestro país.

Como obispos católicos, encontramos estas acciones absolutamente inaceptables. Hacemos un llamado a los católicos, compañeros cristianos y a todas las personas de buena voluntad para que ayuden a detener todas las acciones y actitudes discriminatorias por motivos raciales, ya que son ataques contra la vida y la dignidad humana y son contrarios a los valores del Evangelio. Como escribimos en nuestra Carta Pastoral Open Wide Our Hearts (2018), el racismo es ‘un fracaso para reconocer a otra persona como un hermano o hermana, creado a imagen de Dios’.

Nuestros corazones están con todos aquellos que han sido víctimas de estas viles manifestaciones de racismo y xenofobia. Estos terribles sucesos son un recordatorio de que, en un entorno de mayor ansiedad y miedo, el perfil racial y la discriminación continúan afectando negativamente las vidas de ciertas poblaciones, lo que se suma al dolor y sufrimiento que ya ha causado la pandemia.

Los actos de violencia y discriminación recuerdan la larga historia de xenofobia y racismo en este país. Si no se discuten, podrían conducir nuevamente a una normalización de la violencia y el abuso contra grupos particulares. Sería una tragedia que Estados Unidos repita esta historia o que cualquier estadounidense actúe como si fuera apropiado hacerlo.

Más bien, la realidad de los tiempos y todo el sufrimiento causado por esta pandemia exigen una resolución más fuerte hacia la unidad, demostrada a través de actos de solidaridad, amabilidad y amor mutuo, para que podamos salir de esta crisis renovados y más fuertes como estadounidenses; un pueblo que valora cada vida humana, independientemente de su raza, origen étnico, género o afiliación religiosa.

Mientras que continuamos orando fervorosamente por el fin de la pandemia causada por el virus COVID-19, hacemos un llamado para el firme rechazo de estas categorizaciones o presunciones raciales, ataques verbales o insultos racistas y por el fin de todas las formas de violencia. Instamos a nuestros oficiales electos y a las instituciones públicas, así como a las figuras públicas, a que hagan todo lo que ellos puedan para promover y mantener la paz en nuestras comunidades. Y nosotros alentamos a todas las personas, familias y congregaciones a ayudar a promover una mayor apreciación y comprensión de los auténticos valores humanos y las contribuciones culturales aportadas por cada herencia racial en nuestro país".

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