Frágil

TomGrenchik 

20 de diciembre de 2013

La vida es frágil.

Nos gusta pensar que somos fuertes e independientes, pero a la hora de la verdad, somos bastante frágiles. No hace falta mucho para echar por tierra nuestra independencia y fuerza. Un problema de salud, el proceso de envejecimiento, una pérdida personal, una tormenta severa e, incluso, un auto averiado nos pueden recordar lo dependientes que somos.

Vivimos en una cultura de culto a la fuerza, a la belleza y a la libertad que proporciona toda una serie de soluciones temporales para las realidades de nuestra condición humana. Podemos unirnos a un gimnasio, teñirnos el pelo, tomar comida orgánica y conducir un vehículo todo-terreno, pero al final nuestras fragilidades nos terminan alcanzando. Tal vez deberías reconocer el hecho de que ser frágil es parte de la vida. Es evidente que Dios lo reconoce. Dios incluso lo aprecia y lo celebra. De hecho, valora tanto nuestra fragilidad humana, que elige abrazarla personalmente para salvarnos.

Piensa en el Creador del Universo, humillándose hasta el punto de convertirse en la persona más débil: el embrión humano de una madre soltera, el nonato en un viaje peligroso, el bebé recién nacido rodeado de animales malolientes y marginados, el niño emigrante huyendo de la violencia de un rey asesino. Sin duda alguna, Dios entiende y acoge/abraza/respeta nuestra fragilidad. Con su propio testimonio personal, incluso nos enseña que la fragilidad es bella. Reconocer nuestra fragilidad nos ayuda a amar y acordarnos de aquellos que son débiles e indefensos.

En esta época del año, cuando contemplamos artísticos belenes y atractivas tarjetas navideñas, acordémonos del mensaje del testimonio personal de Dios: hay profunda belleza en toda vida humana, incluso en la más vulnerable. Incluso cuando las personas son pequeñas, débiles, indefensas, dependientes, exigentes o asquerosas según los criterios mundanos, Dios ve belleza. Así deberíamos ver esta belleza en nosotros mismos y en los demás.

A esto se refería el Papa Francisco recientemente, cuando reflexionaba así: "Incluso los más débiles y vulnerables, los enfermos, los ancianos, los niños por nacer y los pobres son obras de artes creadas por Dios, hechas a su imagen, destinadas a vivir para siempre y merecedoras del máximo respeto y reverencia". Este mensaje está recogido/puede encontrarse en el emotivo vídeo de un minuto titulado "Abre tu corazón a la vida", que también se puede ver en el canal de YouTube de USCCB.

La vida es realmente frágil.

La vida es increíblemente bella.

Recordemos el profundo amor de Dios por nosotros y aferrémonos a Él. Encontremos fuerza y apoyo en este gran momento de amor y alegría para ayudar y proteger a todos aquellos que son especialmente frágiles. Y que nuestro testimonio sirva de inspiración para que lo vean también los demás.


Tom Grenchik es director ejecutivo del Secretariado de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Para más información sobre los esfuerzos de los obispos a favor de la vida, visite www.usccb.org/prolife.

Únase a los obispos en su llamado a la oración y al ayuno por la Vida, el Matrimonio y la Libertad Religiosa.  Visite www.usccb.org/reza o envíe el mensaje de texto "AYUNA" al 99000. ¡Únase al movimiento!