Hollywood descubre las secuelas del aborto

Susan E. Wills

 11 de noviembre de 2011

En las películas de Hollywood se han tratado solo de manera indirecta, si es que se las ha tratado, las secuelas emocionales dolorosas que ocurren a menudo después de un aborto, caracterizadas por un dolor intenso, tristeza y remordimiento.

Si Sally Bowles en “Cabaret” (1972) lamentó algo sobre su aborto, fue solo tener que vender su abrigo de piel para pagarlo. Stacy Hamilton en “Fast Times at Ridgemont High” [Picardías Estudiantiles (Am. Lat.) o Aquel excitante curso (Esp.)] (1982), enseguida se recuperó con un novio nuevo y mejor después de tener solamente mucha tristeza.

Penny de “Dirty Dancing” (1987) casi muere por un aborto ilegal, pero no nos dice nada de sus luchas. La guionista/coproductora declaró que quería mostrar el aborto como nada de importancia (excepto por los riesgos físicos que existen por los abortos clandestinos).

Las normas de la Casa de la Cidra (1999), ganadora de dos Premios de la Academia, fue tildada como “valiente” por mostrar “un doctor compasivo y cariñoso” que también abortaba bebés. En todos los casos el aborto era algo sin mayor incidente.

Luego aparecieron dos películas de corriente dominante fuera de Hollywood, lanzadas el mismo día (7 de octubre), en las cuales las dolorosas secuelas del aborto aparecen de manera prominente en la trama: “El Camino” (Martin Sheen y Emilio Estevez) y “ Los idus de marzo” (George Clooney y Ryan Gossling).

En “El Camino”, una mujer que va en peregrinación a Santiago de Compostela encuentra sanación después de años de vacío, remordimiento y dolor emocional.La revelación de su desgarradora historia a sus compañeros peregrinos es el momento más convincente de la película y deja a la audiencia en un silencio absoluto.

En “Los idus de marzo”, a la pasante que queda embarazada por un breve romance con un candidato presidencial casado no tuvieron que decirle que abortara.Revelar esto habría oscurecido su candidatura y carrera.Pero luego, golpeada por la enormidad de su acción y al sentirse abandonada, se quita la vida.

El hecho de que las diversas consecuencias emocionales y psicológicas del aborto puedan tratarse con precisión dice mucho de cuán generalizada y universal se ha vuelto la experiencia.Este desarrollo es también un crédito a los investigadores, académicos y terapeutas que no han tenido miedo de decir la verdad sobre el impacto negativo del aborto.Algunos de estos líderes se reunieron a fines de octubre en la Conferencia de visión sanadora en Milwaukee, un foro para educación continua, mejores prácticas terapéuticas, y creación de contactos.Muchos de los oradores, por ejemplo, los doctoresVince Rue, Priscilla Coleman, Catherine Coyle y Anne Speckhard—han sido pioneros en este campo, publicando cientos de estudios revisados por colegas que describen los problemas de salud mental que son plaga en millones de mujeres en el mundo entero después de un aborto.Durante años, los expertos eran objeto de ridículo por parte de sus colegas, y sus estudios eran descartados por parte de la intelectualidad pro elección por causas ideológicas, elites como las que escribieron el infame Reporte del grupo de trabajo de la American Psychological Association [Asociación Estadounidense de Psicología] que alegaba que las reacciones emocionales adversas no son mayores después del aborto que después del parto.

Los escépticos no tienen que ir a la literatura médica para encontrar la verdad, aunque convenientemente hemos reunidos citas de más de setenta artículos en https://hopeafterabortion.com/?page_id=756.Simplemente leer los relatos que mujeres han publicado de sus experiencias de dolor y pérdida en sitios digitales como www.hopeafterabortion.orgy www.afterabortion.comdebería convencer a todos que el aborto victimiza a las mujeres junto con sus hijos.

Pero la buena noticia es que el amor misericordioso de Dios está disponible para todos los que tienen un corazón arrepentido.Cada día la gracia de Dios y los ministerios como el Proyecto Raquel de la Iglesia Católica sanan a mujeres del dolor del aborto.Si has tenido un aborto, no tienes que seguir sufriendo.Comunícate con el Ministerio del Proyecto Raquel más cercano, al que podrás encontrar en “Busca ayuda” en www.hopeafterabortion.org (en inglés solamente). Nunca te arrepentirás de haber llamado.


Susan Wills es directora adjunta para educación y difusión del Secretariado de Actividades Pro-Vida de la USCCB. Para más información acerca de cuestiones pro vida y tecnologías de reproducción visite www.usccb.org/prolife.