La vida importa todo el año

Deirdre McQuade

7 de febrero de 2014

Durante los últimos 41 años, millones de testigos pacíficos han venido a Washington, D.C. cada enero para pedir que se revierta la Roe vs. Wade, la decisión de la Suprema Corte que en 1973 legalizó el aborto en Estados Unidos. La Marcha por la Vida se convirtió rápidamente en la mayor manifestación anual por los derechos humanos en la capital de la nación. La Caminata por la Vida de la Costa Oeste empezó hace diez años en San Francisco y hoy en día cientos de manifestaciones locales tienen lugar en todo el país. Este año hacía un frío polar en DC y en muchas otras localidades donde la gente salió fuera para levantar su voz por quienes no tienen voz propia. Algunos tuvieron que hacer grandes sacrificios para participar, otros menores, pero todos han dado testimonio de la dignidad de la vida humana a partir de la concepción. El propio Papa Francisco ha mandado un "tuit” de apoyo desde Roma: “Rezo por la Marcha por la Vida en Washington. ¡Que Dios nos ayude a respetar siempre la vida, especialmente la de los más débiles!”.

Para celebrar ese testimonio alegre el Secretariado ha lanzado un nuevo y dinámico vídeo de un minuto, llamado “Life Matters”. En él se puede ver la participación de la juventud católica en la Marcha por la Vida de 2014 y en los actos de oración relacionados. Además de imágenes de la misa pre-Marcha por la Vida celebrada por el cardenal Sean O’Malley en la que participaron más de 700 jóvenes de Boston, incluye breves entrevistas realizadas a adolescentes y jóvenes adultos. Desde gritos exuberantes ("¡Amamos a los bebés, sí señor!") a la quietud silenciosa de la oración de la noche, comparten su alegría por participar en la Marcha por la Vida y en los actos relacionados porque “¡La vida importa!”.

Mediante la campaña “9 Días por la Vida” —a la que se unieron personas por vía de email, Facebook, mensajes de texto y aplicativos de smartphone-- aproximadamente 38,000 personas ejercieron solidaridad spiritual con aquellos que estaban en la plaza pública. Unidos elevamos un racimo espiritual de oraciones, peregrinaciones y actos de penitencia para reparar el pecado del aborto. Tal como dijo el Arzobispo Kurtz, presidente de la USCCB: “¡Sus oraciones importan y sus sacrificios marcan la diferencia!”.

Las manifestaciones y la campaña “9 Días” han finalizado, pero la vida importa todo el año y podemos continuar rezando, ofreciendo sacrificios y defendiendo la vida humana. Puesto que la protección de la vida humana vulnerable se encuentra tan entrelazada con la defensa del matrimonio y también de la libertad religiosa –y porque los tres están siendo atacados desde varios ángulos– los obispos de los Estados Unidos han convocado un gran Llamado a la Oración y al Ayuno. Todos los viernes, somos invitados a ayunar y orar por una intención específica a favor de la vida, el matrimonio y la libertad religiosa. Para unirse a este gran movimiento en español o inglés:

Cuando hayas hecho tu parte, invita a tus amigos, compañeros de clase, colegas del trabajo y a los miembros de tu familia para que hagan lo mismo. Comparte el enlace del video por medio de tu correo electrónico y las redes sociales. Puedes bajarlos a tu computadora e incrustarlos (sin modificación) en tus blogs, sitios digitales y boletines electrónicos. Animados por nuestra solidaridad este enero, podemos construir un movimiento de oración aún mayor a lo largo de todo el año, para que el aborto desaparezca. Gracias a Dios la  vida importa; y con Él, todo es posible.


                        
Deirdre A. McQuade es subdirectora de política y comunicaciones en el Secretariado de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Únete a los obispos en su llamado a la oración y al ayuno por la Vida, el Matrimonio y la Libertad Religiosa. Visita www.usccb.org/reza o envía el mensaje de texto "AYUNA" al 99000. ¡Únete al Movimiento!