La Eucaristía y la Misión Social

La Eucaristía es la “fuente y cumbre de toda la vida cristiana” (Lumen Gentium [Constitución dogmática sobre la Iglesia], no. 11). En la liturgia eucarística y en nuestras oraciones ante el Santísimo Sacramento nos encontramos a la presencia de Dios de maneras personales y profundas. Pero la Eucaristía también es algo social, tal y como nos lo recuerda el Papa Benedicto XVI en Deus Caritas Est (Dios es amor):  

“Una Eucaristía que no comporte un ejercicio práctico del amor es fragmentaria en sí misma”. 

La Eucaristía, celebrada en comunidad, nos enseña la dignidad humana, nos llama a una correcta relación con Dios, con nosotros mismos y con los demás. Como Cuerpo de Cristo, nos envía en misión para ayudar a transformar nuestras comunidades, barrios y el mundo. La enseñanza de la Iglesia, arraigada tanto en la Escritura como en la Tradición, subraya la naturaleza personal y social de la Eucaristía. 

La Eucaristía y la Misión Social de la Iglesia: El Cuerpo de Cristo Partido y Entregado por el Mundo

La Eucaristía y la Misión Social de la Iglesia: El Cuerpo de Cristo Partido y Entregado por el Mundo

El personal de la USCCB reflexiona sobre cómo la Eucaristía nos acerca a Cristo y a nuestra comunidad, transformándonos para ser enviados juntos en misión para vivir como el Cuerpo de Cristo en el mundo.

Seminario web: La Eucaristía y la Misión Social: El Cuerpo de Cristo, Partido y Entregado por el Mundo

Seminario web: La Eucaristía y la Misión Social: El Cuerpo de Cristo, Partido y Entregado por el Mundo

Profundizar sobre la Teología de la Eucaristía y consideraremos cómo nuestra práctica litúrgica nos llama a ser discípulos misioneros, saliendo del alimento eucarístico para acompañar a los más pobres y vulnerables. Este seminario web también...

Reflexiones

Cada semana, mientras celebramos alrededor de la mesa del Señor, tenemos la oportunidad de regresar de nuevo al amor de Cristo y ser transformados. A medida que somos transformados, somos enviados juntos a una misión para vivir como el Cuerpo de Cristo en el mundo. El Departamento de Justicia, Paz y Desarrollo Humano ha cultivado una variedad de recursos para ayudar a las personas y a las comunidades a convertirse en discípulos misioneros que son alimentados, sanados y enviados por la Eucaristía.