La influenza y la liturgia

Por el Secretariado del Culto Divino, Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos

A través de los años, el boletín de noticias del Comité del Culto Divino ha tratado las implicaciones litúrgicas de la transmisión de patógenos en numerosas ocasiones.  Con la aparición del virus H1N1 (la gripe porcina) en los Estados Unidos, el Secretariado del Culto Divino, habiendo consultado con expertos, ofrece estas breves reflexiones sobre “La influenza y la liturgia.”

  1. ¿Qué es la influenza H1N1 (gripe porcina)?

    Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), “La nueva influenza H1N1 (a la que en un comienzo se le llamó “gripe porcina”) es la infección por un nuevo virus de influenza que causa enfermedades en las personas”.  Este nuevo virus fue detectado primero en personas en los Estados Unidos en abril del 2009. Este virus se transmite de persona a persona, probablemente de la misma forma en que se transmite los virus de la influenza o gripe estacional. El 11 de junio de 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que “una epidemia del virus de la influenza H1N1 (‘gripe porcina’) del 2009 está en proceso”.

  2. ¿Por qué hay en este momento una preocupación especial por la extensión de la influenza H1N1 (gripe porcina)?

    Por la reciente confirmación de numerosas personas contagiadas en los Estados Unidos con la influenza H1N1 (gripe porcina) y con mayor expectativa durante el otoño e invierno de 2009.  El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades está supervisando este tema sobre salud pública y nos dará más guía, advirtiéndonos de la situación.

  3. ¿Cuál es la mejor manera de prevenir la transmisión del virus de la influenza H1N1 (gripe porcina)?

    El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades sugiere esto: "como cualquier otra enfermedad contagiosa, una de las prácticas preventivas más importante y más apropiada es la higiene cuidadosa y frecuente de las manos. Lavándose con jabón y agua o usando desinfectantes a base de alcohol, que quita las materias potencialmente infecciosas de la piel y ayuda a prevenir la transmisión de la enfermedad."

  4. ¿Cómo se transmite el virus de la influenza H1N1 (gripe porcina)?

    Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades “se esparce el virus de la influenza H1N1 (gripe porcina) cuando una persona que está contagiada tose, estornuda o habla, entonces, esparce el virus en el aire y las demás personas inhalan el virus.  Cuando estos virus entran por la nariz, la garganta o los pulmones de una persona, comienzan a multiplicarse, causando los síntomas de la gripe.”

  5. ¿La transmisión de la influenza H1N1 (gripe porcina) requiere el contacto directo entre las personas?

    "El virus puede también ser esparcido, cuando una persona toca una superficie que haya sido tocada por una persona infectada (por ejemplo, una manija de puerta) y, después, toca su nariz o boca. Una persona que está contagiada con la gripe porcina, puede esparcir el virus, es decir, es una persona que puede contagiar a otra. Los adultos pueden contagiar a otros un día antes de que ellos desarrollen los síntomas hasta siete días después de enfermarse. Los niños pueden contagiar por más de siete días."

  6. ¿Cómo se puede evitar que el virus de la gripe se esparza?

    La mejor forma de prevenirse de la gripe es vacunándose.  Además de la vacuna que anualmente recibe, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades está monitoreando la producción de una vacuna para el virus de influenza H1N1 (gripe porcina), la cual podría estar disponible en el otoño de 2009.  El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades recomienda estas otras formas de prevenir la gripe: "Evite acercarse a las personas que están contagiadas. Si usted está contagiado, guarde distancia de otras personas para protegerlas de la enfermedad; permanezca en casa, no acuda al trabajo, a la escuela y evite hacer otras diligencias mientras se encuentre enfermo. De esa forma, evitará que otras personas contraigan la enfermedad; también, cúbrase la boca y nariz con algún pañuelo cuando tosa o estornude. Ese puede ayudar a que las personas a su alrededor no sean contagiadas; lávese las manos. Lavándose las manos muchas veces ayudan a protegerle de los gérmenes. Evite tocarse los ojos, nariz y boca. Los gérmenes muchas veces se esparcen cuando una persona toca algo que está contaminado con gérmenes y, después, toca sus ojos, nariz o boca."

  7. En años pasados, ¿qué ha hecho la iglesia en lugares donde el resfrío es más significante?

    En esos lugares donde el brote de esta enfermedad ha sido significativo, los obispos han adaptado algunas normas litúrgicas de acuerdo a tales situaciones, como la distribución de la Santa Comunión y la señal de la paz, para evitar la extensión del contagio.

  8. ¿Qué medidas litúrgicas se podrían tomar ahora en los Estados Unidos?

    Se les recuerda encarecidamente a los sacerdotes, diáconos y ministros extraordinarios de la Eucaristía las prácticas de buena higiene.  Los ministros de la Comunión, se les pide que se laven las manos antes que la Misa empiece o usen alcohol antibacterial antes y después de la comunión. Si ellos se sienten mal, por favor, pidan no participar en la distribución de la Sagrada Comunión. Las personas que no se sienten bien, por favor, no comulguen del cáliz.

  9. ¿Cuáles son las otras opciones de adaptación o restricción en la Misa?

    El obispo diocesano debe ser siempre consultado con respecto a cualquier opción de cambio o restricción en la celebración de la Liturgia Católica Romana. Sin embargo, la necesidad de introducir adaptaciones litúrgicas para prevenir la transmisión de la gripe en las diócesis de los Estados Unidos, no es aun evidente.

  10. ¿Qué está haciendo la Secretaría del Culto Divino para responder a esta pregunta?

    Mientras la Secretaría del Culto Divino continúa supervisando muy de cerca la situación y ofrezca la mejor asesoría a los obispos diocesanos y a las Oficinas de Liturgia, es al final la responsabilidad del Obispo de la diócesis, quien debe recomendar o regular los cambios litúrgicos en respuesta a la influenza en su área particular. El Secretariado aprecia, además, cualquier información que las Oficinas Diocesanas puedan proporcionar referente a las condiciones locales y las respuestas pastorales que los obispos del lugar vayan desarrollando.  Esta información continuamente será actualizada y la puede encontrar en el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades: www.CDC.gov/h1n1flu/espanol.

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