Capítulo 5. Creo en Dios
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La Biblia misma nos habla del origen del universo y de su
composición, no para ofrecernos un tratado científico, sino
para establecer la correcta relación de la humanidad con
Dios y el universo. La Sagrada Escritura simplemente desea
declarar que el mundo fue creado por Dios. (Papa Juan
Pablo II, Discurso a la Academia Pontificia de las Ciencias [3
de octubre de 1981] [v.d.t.])
DEL PAPA JUAN PABLO II
la doctrina de la evolución, en la medida en que examine el origen del
cuerpo humano como procedente de una materia viva y preexistente”
(no. 36 [v.d.t.]). Al mismo tiempo, el Papa Pío XII reiteró la doctrina de
que cada alma humana es inmortal y creada individualmente por Dios.
El Papa Juan Pablo II hizo, más adelante, un comentario sobre este
tema en su Mensaje a la Plenaria de la Academia Pontificia de Ciencias
en 1996. Mientras que reconocía la evidencia científica a favor de la
evolución, advirtió que las teorías de la evolución que consideran al alma
humana como la sede del intelecto y la voluntad mediante las cuales la
persona humana llega a conocer y a amar a Dios “como emergiendo de
fuerzas de materia viva” no serían compatibles con la verdad sobre la
dignidad de la persona humana como enseña la Revelación. Esta posición
no está en conflicto con la naturaleza de la metodología científica en los
distintos campos, ya que su método es uno de observación y correlación.
La dimensión espiritual de la persona humana es de un orden diferente
que está relacionado con el mundo material pero que lo trasciende, y
que no es reducible simplemente a los aspectos físicos de nuestro ser, los
cuales pueden ser estudiados fácilmente mediante el método científico.
Entre los científicos continúa existiendo un vivo debate sobre los
aspectos de la teoría de Darwin sobre la selección natural como la clave
de la hipótesis evolutiva. La fe cristiana no requiere la aceptación de
ninguna teoría de la evolución en particular, ni tampoco la prohíbe,
siempre y cuando la teoría en particular no sea estrictamente materialista