Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles - Tercera parte - Objetivos para la vida política: Retos para los ciudadanos, candidatos y funcionarios públicos

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91. Como católicos, estamos llamados a plantear preguntas a la vida política que vayan más allá de las que se concentran en el bienestar material individual. Nuestro enfoque no está en la afiliación política, ideología, economía o siquiera la competencia y capacidad de cumplir deberes, aunque todo esto es importante. Más bien, nos enfocamos en lo que protege o amenaza la dignidad humana de cada vida humana.

92. La doctrina católica reta a los votantes y a los candidatos, a los ciudadanos y a los funcionarios públicos a considerar las dimensiones morales y éticas de las cuestiones de política pública. A la luz de los principios éticos, nosotros, los obispos, ofrecemos los siguientes objetivos políticos que esperamos guiarán a los católicos a medida que estos formen su conciencia y reflexionen sobre las dimensiones morales de las opciones públicas que tienen. No todas las cuestiones pesan igual; estos diez objetivos tratan cuestiones de diferente peso y urgencia moral. Algunos tienen que ver con el mal intrínseco que nunca podemos apoyar. Otros tienen que ver con obligaciones afirmativas que buscan el bien común. Estos y otros objetivos similares pueden ayudar a los votantes y a los candidatos a actuar según los principios éticos en lugar de hacerlo según intereses particulares o alianzas políticas. Esperamos que los católicos pregunten a los candidatos cómo estos piensan ayudar a nuestra nación a conseguir estos objetivos importantes:

  • Tratar el requisito supremo de proteger a los más débiles de entre nosotros —los niños inocentes no nacidos— restringiendo y poniendo fin a la destrucción de los niños no nacidos mediante el aborto provocado y proporcionando a las mujeres en crisis de embarazo los apoyos que necesiten para tomar una decisión a favor de la vida.
  • Hacer que nuestra nación no recurra a la violencia para responder a problemas fundamentales: un millón de abortos provocados cada año para tratar embarazos no deseados, la eutanasia y el suicidio asistido para tratar el peso de la enfermedad y la incapacidad, la destrucción de embriones humanos en nombre de la ciencia, el uso de la pena de muerte para combatir el crimen y recurrir imprudentemente a la guerra para tratar disputas internacionales.
  • Proteger el concepto fundamental del matrimonio como la unión fiel y para toda la vida de un hombre y una mujer y como la institución central de la sociedad; promover la complementariedad de los sexos y rechazar las falsas ideologías de "género"; y ofrecer un mejor apoyo a la vida familiar moral, social y económicamente, de manera que nuestra nación ayude a los padres de familia a criar a sus hijos inculcando en ellos el respeto a la vida, valores morales sólidos y una ética de corresponsabilidad y responsabilidad.
  • Conseguir una reforma migratoria comprensiva que ofrezca un camino a la ciudadanía, trate a los trabajadores inmigrantes con justicia, impida la separación de las familias, mantenga la integridad de nuestras fronteras, respete el estado de derecho y se preocupe por los factores que fuerzan a las personas a abandonar sus países de origen.
  • Ayudar a las familias y a los niños a salir de la pobreza, asegurando el acceso y opciones a la educación, así como un puesto de trabajo justo con salarios que permitan vivir, y asistencia adecuada para los más vulnerables de nuestra nación, a la vez que también se ayuda a derrotar el hambre y la pobreza tan extendidos por el mundo, especialmente en las áreas de asistencia al desarrollo, alivio de la deuda externa y el comercio internacional.
  • Proveer cuidado médico a la vez que se respeta la vida humana, la dignidad humana y la libertad religiosa en nuestro sistema de salud.
  • Continuar oponiéndose a políticas que reflejan prejuicios, hostilidad hacia los inmigrantes, intolerancia religiosa y otras formas de discriminación injusta.
  • Animar a las familias, grupos comunitarios, estructuras económicas y gobiernos a trabajar juntos para erradicar la pobreza, buscar el bien común y cuidar la creación, respetando plenamente a personas y grupos y su derecho a responder a las necesidades sociales de acuerdo a sus convicciones morales y religiosas básicas.
  • Establecer y cumplir con los límites morales concernientes al uso de la fuerza militar —examinando con qué propósitos se puede usar, bajo qué autoridad y qué costo humano conllevará—, con miras especialmente a buscar una respuesta responsable y eficaz para poner fin a la persecución de los cristianos y otras minorías religiosas en el Medio Oriente y otras partes del mundo.
  • Unirse a otras naciones del mundo para buscar la paz, proteger los derechos humanos y la libertad religiosa, y progresar en la justicia económica y en el cuidado de la creación.
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